Puig son recuerdos horneados en cada bocado

Sin duda alguna, las meriendas del colegio forman parte de los recuerdos que atesoras de esa etapa. Por eso, cuando le preguntas a un venezolano qué había en las loncheras de sus amigos, probablemente te diga que un cambur y una galleta María de Puig.

De esa época han pasado unas cuantas lunas, donde la marca y nosotras crecimos juntas: las “Marías” trascendieron las loncheras para ser remojadas en el café de la universidad y las del empaque morado con chocolate, se convirtieron en el pequeño placer culposo de mi mamá, quien las compra con adoración para luego dejar “el cuerpo del delito” en todos lados… en el sofá, en la cartera.

Pero hay más. En mi caso, la primera vez que decidí hacer un postre fue una marquesa y su base, obviamente era con galletas María de Puig. Este dulce lo he preparado cualquier cantidad de veces y, honestamente, me siento segura a la hora de montarlo con este ingrediente.

Con la nueva tendencia de los chocolateros en el país, ahora las barras se intervienen con distintos ingredientes y hace poco probé una de la marca carabobeña 20/20, que intervinieron con café y galletas María.

Esta marca significa algo importante: para los venezolanos es un recuerdo del trabajo de muchas generaciones, el respeto por una receta y la apuesta por la innovación sin perder la esencia y, aunque dio tristeza el episodio del incendio de una de sus tres plantas, ver la entereza y no dar el gusto de dejarse derrotar, me llena de orgullo.

Sin duda alguna, esta es una marca que con 109 años horneando historias, tiene mucho que contar a través de cada uno de sus productos y la gastronomía venezolana está dispuesta a hacerla ingrediente importante en las preparaciones que están por venir.

Puig es familia y trabajo; son recuerdos que inician por la merienda del colegio o de mitad de la tarde en casa, como un paquete seguro en la cartera de mamá para cuando vas a viajar en familia, o el gustico de la tarde para saciar el antojo. Puig es una historia que compartir con tu gente querida.

Ligia Margarita